
Los frutos del palto (Persea americana Mill.) son productos hortícolas altamente ricos en grasas monoinsaturadas y nutrientes minerales que los hacen atractivos en mercados internacionales. A diferencia de otras especies climatéricas, los frutos de palto maduran más rápidamente después de ser cosechados, lo que supone un manejo de las cualidades postcosecha más complejo.
Las tecnologías para la conservación de la palta buscan mantener en el tiempo propiedades físicas como peso, forma y tamaño de la baya, textura y grado de uniformidad de la coloración de la cáscara, textura y color de la pulpa. Todas estas características son afectadas por procesos fisiológicos (respiración, traspiración, degradación de componentes orgánicos), daños mecánicos, daños por frío en conservación, plagas y enfermedades (Munhuweyi et al, 2020).
El reto en la actualidad consiste en lograr la conservación de los productos hortifrutícolas sin depender de los productos fungicidas o materiales plásticos. A manera de breve revisión, en este artículo se presenta los avances científicos más recientes sobre alternativas ecológicas para el manejo poscosecha de frutos de palto.
1. Agentes biológicos antagonistas
Es una tendencia mundial en la actualidad prescindir cada vez más de productos químicos sintéticos para preservar productos hortícolas. El uso de organismos antagonistas a fitopatógenos en postcosecha surge como una alternativa para reducir las pérdidas por Colletotrichum gloeosporioides en frutos de palto.
Guardado y Tovar (2018) utilizaron un tratamiento de “free cell supernatant” (sobrenadante libre de células, CFS en inglés) del strain B5 de Bacillus atrophaeus como antibiótico para Colletotrichum gloeosporioides. Esta solución, según los autores, contiene metabolitos producidos por la bacteria, entre ellos, lipopéptidos de la familia de las fengicinas, surfactinas e iturrinas. En experimento in vitro, la solución CFS al 20% redujo en 47.24% el crecimiento micelial, y redujo en un 64,15% la velocidad de germinación de las esporas del patógeno. In vivo, los frutos sumergidos en solución CFS presentaron una reducción en el diámetro de la lesión producida por antracnosis de 3.1cm a 1.8cm en comparación con frutos sin tratamiento.
Granada et al (2020) realizaron un procedimiento similar con Serratia sp. ARP5.1 como agente antifúngico contra C. gloeosporioides. Los resultados muestran un control efectivo en la reducción del diámetro de las lesiones de antracnosis, independiente de la concentración del extracto utilizado
Campos-Martínez et al (2016) demostraron que la utilización de hongos del tipo levaduras aisladas de frutos sanos pueden controlar efectivamente a C. gloeosporioides. En su experimento, utilizaron las especies Candida intermedia y Wickerhamomyces anomalus, siendo este último el más efectivo en los ensayos in vivo al reducir la incidencia de antracnosis hasta 12.5±12.5% y la severidad de un 23.9% (control) hasta 17.9%.
Los métodos biológicos para reducir la pérdida de frutos por antracnosis requieren tener en cuenta factores abióticos para que el organismo antagonista funcione correctamente. Por ello, es pertinente corroborar estos resultados con experimentos que simulen las condiciones de temperatura y humedad relativa a la que se someten los frutos de palto en el contexto comercial.
2. Extractos y aceites vegetales
Los extractos vegetales son otro tipo de alternativa que gozan de una percepción más positiva por parte del público ya que se trata de sustancias extraídas directamente de plantas. Sin embargo, en muchos casos, los procesos de extracción encarecen el producto final y los vuelven inaccesibles.
Mpho et al (2013) realizó un experimento utilizando aceite de yerba luisa (Cymbopogon citratus como fumigante contra C. gloeosporioides, así como su uso combinado con empaques de atmósfera controlada para conservar las cualidades postcosecha. Los resultados indican un control efectivo de la enfermedad en la reducción de la incidencia y severidad en comparación con un control, aunque menores respecto al tratamiento comercial (Prochloraz). Sin embargo, el tratamiento combinado de aceite de yerba luisa y empaque de atmósfera controlada redujeron considerablemente la pérdida de peso de los frutos.
El aceite de tomillo (Thymus spp.) en fase gaseosa es también un fumigante alternativo al Prochloraz, como lo demuestran Bill et al (2016). Este efecto fumigante, como lo indican los autores, se debe precisamente a su acción como elicitor de la expresión génica de la quitinasa y b-1,3-glucanasa en frutos de palto, enzimas que funcionan como defensoras ante patógenos como C. gloeosporioides.
De igual manera, Sarkhosh et al (2017) realizaron experimentos con aceite de tomillo, así como satureja (Satureja khuzistanica), canela (Cinnamomum zeylanicum), y lavanda (Lavandula angustifolia) para demostrar su efecto para alargar la vida de anaquel de frutos de palto. Los aceites de tomillo y satureja mostraron los mejores resultados para la preservación de la firmeza de la pulpa a diferentes concentraciones.
3. Coberturas (coatings)
Las coberturas surgen como alternativa a los productos químicos debido a la creciente conciencia de los consumidores por frutas más inocuas. Estos coatings, como se les denominan en inglés, tienen el fin de reducir la transpiración, intercambio gaseoso y la oxidación de productos hortícolas.
Tesfay et al (2017) probaron un recubrimiento que constaba de carboxil metil celulosa (CMC) y extracto de hojas de moringa (Moringa oleífera) (MLE) y extracto de semilla de moringa (MSE) para alargar la vida postcosecha de frutos de palto. Observaron que la firmeza del fruto fue mayor con el tratamiento de CMC+MLE con 50 N al final del ensayo. Por otro lado, el extracto de semilla de moringa obtuvo un menor porcentaje de pérdida de peso al final del experimento.
Una nanoemulsión compuesta de aceite de naranja y xonocostle (Opuntia oligacantha) fue utilizada por Cenobio-Galindo et al (2019) como coating para mejorar la vida postcosecha de frutos de palto. Se midieron parámetros físicos como firmeza y pérdida de peso, y químicos como pH, sólidos solubles, fenoles totales y capacidad antioxidante. Las frutas de control (C) perdieron 9.81±1.93% de peso después de 10 días en comparación con la pérdida de peso de 2.31±0.18%, 2.13±0.99% y 2.26±0.62% de frutas recubiertas con nanoemulsión CN (nanoemulsión concentrada), N50 (nanoemulsión al 50%vol) y N25 (nanoemulsión al 25%vol), respectivamente.
4. Métodos inorgánicos y fisicoquímicos
Este tipo de métodos poseen la ventaja de poseer muy baja o nula toxicidad en los frutos en los que se utiliza, por lo que resultan como alternativas atractivas en la conservación postcosecha.
El uso de agua electrolizada oxidante como fumigante en hortalizas y flores de corte ha sido ampliamente estudiado. Hassan y Dann (2019) realizaron experimentos para determinar su efectividad en el control de enfermedades postcosecha en frutos de palto, específicamente, antracnosis causado por Colletotrichum siamense. Hubo un efecto constante de agua oxidante electrolizada (EO) y fungicida Poscosecha (Graduate A +) en la reducción de la pudrición del extremo del tallo, que surge de Infecciones de campo. En el caso de infección natural, concentraciones de 5%, 10% o 20% (v / v) de agua EO redujo significativamente la severidad de la enfermedad de pudrición del extremo del tallo en comparación con la fruta control.
La iluminación LED y radiación UV como método postcosecha son alternativas muy poco estudiadas en productos frutícolas como la palta. Este tipo de método físico posee la ventaja de ser mucho más económico y completamente inocuo. Daiuto et al (2013) probaron este método para evaluar su efectividad en la vida postcosecha de frutos de palto al someterlas a radiación UV-C. Los tratamientos de exposición a la luz UV-C por 15 y 20 minutos mostraron mayores porcentajes de actividad antioxidante en comparación con los otros tratamientos y pérdida de masa menor al tratamiento control durante el período experimental.
El estado del arte sobre tecnologías para un manejo poscosecha sustentable de frutos de palto es abundante y diverso. Muchas de las alternativas son, sin embargo, incipientes y los resultados necesitan ser validados a nivel industrial y comercial. La presión constante en las empresas procesadoras de frutos frescos enteros por parte de las empresas extranjeras importadoras en el tema de restricción de fungicidas genera que la investigación se concentre en la búsqueda de tecnologías y técnicas más eco-amigables. Por esta razón, las iniciativas de I+D+i deben orientarse a la materialización de y viabilidad de estas alternativas.