
En los últimos años, las enfermedades cardiovasculares (ECV) han provocado millones de casos en todo el mundo y se están convirtiendo en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad (Mc Namara et al., 2019). En general, las enfermedades cardiovasculares incluyen enfermedades de los vasos sanguíneos y del corazón, enfermedades cerebrovasculares (derrame cerebral), enfermedades coronarias (ataques cardíacos), aumento de la presión arterial (hipertensión), enfermedades reumáticas del corazón, insuficiencia cardíaca, enfermedades arteriales periféricas y enfermedades cardíacas congénitas. Los estilos de vida sedentarios, la inactividad física, el tabaquismo y los hábitos alimenticios poco saludables, contribuyen principalmente a las ECV, lo que provoca una prevalencia cada vez mayor en todo el mundo.
En consecuencia, varios estudios científicos han confirmado que una dieta basada en frutas y verduras han demostrado efectos positivos tanto en la prevención como en el control de las ECV (Liu, 2013). Estos estudios e investigaciones clínicas han demostrado que el consumo de frutas y verduras reducen el riesgo de ECV, atribuyéndose este efecto a la presencia de compuestos bioactivos como los compuestos polifenólicos, los péptidos, los oligosacáridos, las vitaminas y los ácidos grasos, estructuras químicas con propiedades cardioprotectoras (Chen et al., 2005).
La recomendación para el consumo de frutas y verduras de “5 al día” ha sido adoptada por la mayor parte de los países y entidades de salud a nivel mundial, debido a que hay evidencias que comprueban que comer 5 porciones de frutas y verduras al día (equivalente a 400 gramos por día) reduce el riesgo de desarrollar ECV (Petermann et al., 2018).
Por su parte, el estudio de Aune et al., publicó un meta-análisis que incluyó 95 estudios longitudinales realizados en USA, Europa, Australia y Asia, integrando datos de más de 2 millones de personas.
El informe mostró que, por cada 200 gramos de frutas y verduras consumidos en un día, el riesgo de mortalidad coronaria disminuye en un 8%, observándose además una reducción de un 24% al consumir 800 gramos de frutas y verduras por día (equivalente a 10 porciones). Además de los beneficios asociados al consumo, los autores señalaron los tipos de frutas y verduras que ofrecen una mayor protección contra ECV, demostrando que el consumo de frutas como peras, manzanas, frutas cítricas; y de verduras de hoja verde y plantas crucíferas (brócoli, repollitos de bruselas, coliflor, etc.), se asocian con una menor mortalidad total y mortalidad por ECV.
Por lo reportado, como empresa biotecnológica, estamos comprometidos con la investigación, desarrollo e innovación de soluciones ecológicas que aseguren la conservación de los compuestos bioactivos y propiedades nutricionales de las frutas y verduras, para garantizar que el consumidor aproveche en mayor proporción todos sus beneficios a la salud. Por ello en los laboratorios de BNS hemos elaborado Life Cover, solución ecológica en base a subproductos orgánicos, que crea una barrera invisible y natural que reduce el estrés postcosecha de frutas y verduras, sin emplear pesticidas, manteniendo su calidad y aumentando su vida útil hasta en un 200%.
Referencias bibliográficas: